Soñar que se ven cisnes blancos flotando sobre aguas plácidas, augura perspectivas prósperas y experiencias encantadoras.
Ver un cisne negro, denota placer ilícito, si está cerca de aguas claras.
Un cisne muerto, presagia saciedad y descontento.
Verlos volar, anticipa que las cosas agradables se realizarán pronto.