Soñar con tiburones denota enemigos formidables.
Ver a un tiburón persiguiéndole y atacándole, denota que reveses inevitables le hundirán en presentimientos abatidos.
Verlos jugueteando en aguas cristalinas predice que, mientras usted disfruta del sol de las mujeres y de la prosperidad, los celos le están causando, en secreto pero con seguridad, desasosiego e infeliz fortuna.
Ver uno muerto denota reconciliación y prosperidad renovada.