Religión Interpretación de sueños

Si sueña que habla de religión y siente inclinaciones religiosas, encontrará muchas cosas que estropearán la calma de su vida, y los negocios se convertirán en un frente desagradable para usted.

Si una joven imagina que es demasiado religiosa, disgustará a su amante con sus esfuerzos por actuar con ingenua inocencia y bondad.

Si es irreligiosa y no transgresora, presagia que tendrá esa franqueza independiente y amable consideración hacia los demás, que gana para las mujeres un profundo respeto, y el amor del sexo opuesto, así como el suyo propio; pero si es transgresora a los ojos de la religión, descubrirá que hay leyes morales que, si no se respetan, la colocarán fuera de los límites del reconocimiento honesto. Debe cuidar su conducta. Si llora por la religión, se verá defraudada en los deseos de su corazón. Si es desafiante, pero inocente de ofensa, soportará las cargas con valentía y se mantendrá firme contra las amonestaciones engañosas.

Si se reprocha a sí misma en medio de una excitación religiosa, descubrirá que casi se verá inducida a renunciar a su propia personalidad para complacer a alguien a quien tiene en reverente estima.

Ver que la religión disminuye en poder, denota que tu vida estará más en armonía con la creación que antes. Sus prejuicios no serán tan agresivos.

Soñar que un ministro, de un modo social, le dice que ha abandonado su trabajo, predice que usted será el destinatario de noticias inesperadas de naturaleza favorable, pero si es de un modo profesional y de advertencia, predice que usted será alcanzado en su engañosa intriga, o que seguirán otras decepciones.

(Estos sueños a veces se cumplen literalmente en la vida real.

Cuando es así, pueden carecer de significado simbólico. La religión es arrojada alrededor de los hombres para protegerlos del vicio, así que cuando proponen secretamente en sus mentes ignorar sus enseñanzas, es probable que vean a un ministro o algún lugar de culto de la iglesia en un sueño como una advertencia contra su acción contemplada. Si viven vidas puras y correctas como indica la iglesia, verán poco de la solemnidad de la iglesia o de los predicadores).