Un sacerdote es un augurio de mal, si se ve en sueños.
Si está en el púlpito, denota enfermedad y problemas para el soñador.
Si una mujer sueña que está enamorada de un sacerdote, le advierte de engaños y de un amante sin escrúpulos. Si el sacerdote hace el amor con ella, se le reprochará su afición a la alegría y a las bromas pesadas.
Confesarse a un sacerdote, denota que será sometida a humillaciones y penas.
Estos sueños implican que usted ha hecho, o hará, algo que le traerá molestias a usted mismo o a sus parientes. El sacerdote o predicador es su consejero espiritual, y cualquier sueño con su presencia profesional es una advertencia contra sus propias imperfecciones. En los círculos sociales, a menos que se presenten ante ti como espectros, se aplicarán las mismas reglas que a los demás amigos.
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