Asistir al entierro de un pariente, si el sol brilla en la procesión, es señal de la buena salud de los parientes, y quizás del feliz matrimonio de alguno de ellos que está a punto de producirse.
Pero si prevalece la lluvia y el tiempo lúgubre, pronto llegarán las enfermedades y las malas noticias de los ausentes, y se sentirán las depresiones en los círculos comerciales
Un entierro en el que se realizan ritos tristes, o rostros apenados, es indicativo de un entorno adverso o de su pronta llegada.
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