Soñar que está en las garras de la adversidad, denota que tendrá fracasos y malas perspectivas continuas.
Ver a otros en la adversidad, presagia un entorno sombrío, y la enfermedad de alguien producirá graves temores sobre el éxito de los planes[12].
Los viejos libros de sueños dan esto como una señal de prosperidad venidera. Esta definición es falsa. Hay dos fuerzas que actúan en el hombre, una desde dentro y otra desde fuera. Provienen de dos esferas distintas; la mente animal influenciada por el mundo personal de los apetitos carnales, y la mente espiritual del reino de la Hermandad universal, presentan motivos antagónicos en la conciencia del sueño. Si estas dos fuerzas estuvieran en armonía, el espíritu o imagen mental de la mente onírica encontraría una realización literal en la vida del soñador. Las sensaciones placenteras del cuerpo provocan la angustia del espíritu. El enriquecimiento egoísta del cuerpo empobrece la influencia del espíritu sobre el Alma. Las pruebas de la adversidad suelen hacer que el espíritu se regocije y la carne llore. Si el llanto del espíritu afligido queda en la mente del sueño, puede indicar al soñador un avance mundano, pero no es la teoría de las fuerzas ocultas, que han contribuido al contenido de este libro.