Soñar que comete adulterio, predice que será arraigado{sic} por alguna acción ilegal. Si una mujer tiene este sueño, no logrará mantener el afecto de su marido, dejando que su temperamento y despecho la abrumen a la menor provocación. Si es con el amigo de su marido, será injustamente ignorada por éste. Sus derechos serán cruelmente pisoteados por él. Si cree que está incitando a un joven a este acto, correrá el riesgo de ser abandonada y divorciada por su abierta intriga.
Para una mujer joven esto implica abajamiento y bajos deseos, en los que encontrará extrañas aventuras que le proporcionen placer.
Siempre es bueno soñar que se ha resistido con éxito a cualquier tentación. Ceder, es malo. Si un hombre elige ideales bajos, las influencias vampíricas pulularán a su alrededor dispuestas a ayudarle en sus nefastos designios. Tales sueños pueden ser sólo el resultado de influencias elementales depravadas. Si un hombre elige ideales elevados, será iluminado por el principio divino que hay en él, y estará exento de sueños lascivos. El hombre que niega la existencia y el poder de los espíritus malignos no tiene arcanos ni conocimientos ocultos. ¿Acaso los magos negros de la época del Faraón y Simón Magnus, el Hechicero, no rivalizaban con los hombres de Dios? Se advierte al soñador de los dulces amorosos que se cuide del escándalo.